Esta habitación de generosas dimensiones tenía una columna justo en la parte de atrás de la cama lo que creaba un desequilibrio en la composición espacial.
Por otro lado los clientes querían una renovación estética.
Lo primero que decidimos fue “derribar” la columna, lo conseguimos al integrarla en una pared del mismo ancho que la cama de tal manera que hiciera de cabecero de la misma, para completar el efecto se colocó un bonito papel pintado a rayas, a los lados unas estanterías permiten colocar libros y complementos personales, debajo de cada uno las mesitas de noche. A la entrada de la habitación se diseñó un armario en color blanco de puertas correderas que absorbe la ropa de la pareja, uno más profundo para la ropa colgada y otro menos profundo para la ropa doblada.
El conjunto es minimalista y moderno, ideal para acoger el descanso.
Reforma de una habitación
Terrassa, Barcelona