Como el ave fénix, esta cocina renació de sus cenizas mostrando lo mejor de si misma. Utilizando al máximo los colores neutros se obtuvo un contraste muy agradable entre mobiliario, electrodomésticos y encimera. Este juego cromático basado en los grises permite introducir toques de color que pueden variar a lo largo del tiempo, asegurando la permanencia del diseño a lo largo del tiempo. Una distribución en L acoge la zona de lavado y cocción. En el lado opuesto la zona de almacenaje y el tándem horno-micro. La introducción de cristal confiere ligereza visual a los muebles altos.
Reforma de una cocina
Ullastell, Barcelona