Contando con un espacio bastante amplio, igual que las necesidades y deseos del cliente, se decidió una distribución en L para la zona de lavado y cocción y una distribución lineal para la zona de almacenaje, ambas zonas separadas por un banco en L con mesa en roble, el toque cálido para un mobiliario monocromático en el que destaca el fuerte amarillo de la pared y el gris del suelo. Esta combinación permite cambios de imagen con relativa facilidad y bajo coste pues solo con cambiar el color de las paredes el conjunto puede cambiar sustancialmente. La zona de lavado y secado de ropa se ubicó en otro espacio anexo a la cocina, es completamente blanco y contiene lugar para los productos y utensilios de limpieza así como el descalcificador para toda la casa. La iluminación se resolvió en 3 partes: iluminación fuerte y fría para la zona de preparación, halógenas cálidas para el almacenaje y una lampara colgante con luz cálida para la zona de comida. Cada una se controla por separado permitiendo crear diferentes atmósferas según la actividad a realizar.
Cocina en blanco con un toque de color
Reforma de cocina y lavadero.
Terrassa, Barcelona